miércoles, 22 de abril de 2009

me enamoro y me desencanto con la misma frecuencia que un mate se lava.
me ilusiono con el cafe con leche cuando me levanto y
me trastoco cuando se hace de noche y
una botella calma el final.
me convenzo de que no poder controlar me hace libre.
pero quiero agarrar este oceano de distancia y machacarte en el mapa hasta que quedes parado en algun lugar de por aca y escupas a la calle, levantes la mirada y ahi
parada fumando,
sonría yo y
te espere para recibir la mano y emprender la retirada.

2 comentarios:

Agustín Calcagno dijo...

si. es un dilema bastante profundo ese...yo pienso dequé:

¿qué pasará con los infinitos irrealistas?
¿sus cuerpos se disolverán en las misteriosas aguas marinas?

Antes y después del café, antes y después del mapa, antes y después de las letritas en filita.

besotes

leponauta dijo...

Claro, he visto también armarios sucios de personajes pulcros que olvidaban sus mates armaditos en el fondo.
Pasaban años y el mate seguía ahí, nadie lo lavaba, pero igual salían algunos honguitos que exigían al pulcro que accione y lo lave de una buena vez por todas.

Es muy interesante esto flaquita, me gusto mucho.
Gracias.