sábado, 28 de febrero de 2009

A ella, él, mucho no le gustaba. Tomando algo en su casa, charlando, midiendose, así pasaron un buen rato. Que un beso no se le niega a nadie. Así que todo bien hasta que suena el timbre, y la amiga salvadora de momentos se aparece. Con cara extraña, el muchacho en cuestión pregunta que qué hacemos, tres es demasiado, piensa.
-Mirá si queres vamos a tomar algo a este bar aca cerca, nosotras después tenemos un cumpleaños. Para ser jueves era bastante descabellada la mentira del cumpleaños a las 3 am.
-Perfecto, vamos.
Los tres charlaban mientras caminaban, hicieron cinco cuadras, llegaron, se sentaron.
-tree speed con vodka.
-chicas voy a ver si queda más lugar por allá.
Nunca más apareció.
Se tomaron los tres speed entre las dos, y terminaron la noche emborrachandose por ahí. No pagó la cuenta, no saludó. Dejó a las chicas listas para otra juerga.