jueves, 29 de marzo de 2007

Y sigo pensando en Cerati y el tema elegido para el momento. Viajo y lo canto, como y lo recuerdo, está en el cerebro aunque la melodía se pierda en el camino.
Y no lo entiendo, este puedo decir que es uño incomprensible. Entre los argumentos sobre la no existencia de la clase, y la duda sobre mi existencia, la educación, ahora popular, que necesitamos sirva de algo y los cerebros que dicen ah...así sí se entiende, el tema vuelve a empezar y hubiera dado un alma para escribirla.
Pero hay algo que ayuda y a la vez tranquiliza, yo a Cerati no lo conozco, otra alma doy porque fueran para mi esas letras, entonces aunque lo llamen consuelo para los tibios, si otro sintió lo mismo, si otro pensó que no era soberbia que era amor, entonces ya somos un par y eso por mediocre que sea, me deja por lo menos un minuto del día tranquila (de todas manera ese minuto ya lo perdí, aunque un cigarro y un chopp hacen maravillas, quién lo iba a decir).
Pero continúo con la no comprensión, puedo elegir no pensar y hacer, pero busqué y encontré esos momoentos de soledad que a veces asustan pero que no entiendo porqué los necesito.
Ponés canciones tristes para sentirte mejor.