jueves, 10 de mayo de 2007

Ilustración de mi pequeño limpiavidrio cuando fue devorado por su compañero de celda/pecera.

Hoy fui a darle de comer a mi universo acuífero y note que lo que "le da aire al agua" no estaba funcionando, después de meter mi mano adentro de su mundo y tener frío, corrí las piedras e intenté arreglarlo, no funcionó. Así fue que salí en pijama a la veterinaria que está a media cuadra a comprar un chirimbolo nuevo, todo esto por temor a que otra pequeña catástrofe ocuerriera en mi pequeño acuario. Después de salir en pantuflas y ver al veterinario decirme -no te hagas problema, sale dos pesos el arreglo- volví, me mojé otra vez mi brazo, les dí el aire que les faltaba y por fin, empecé el día.