martes, 3 de abril de 2007

Aires buenos

Ya debe ser muy trillado escribir sobre Buenos Aires, pero como nunca lo hice, y como muchas veces la hablé, escuchando a mi amigo Julio decir que era su ciudad elegida entre tantas otras, me pareció que porqué no dedicarle algunas palabras.




-Buenos Aires es levantar el teléfono a las tres de la mañana y que me respondan del otro lado.
Esa es mi definición de esta ciudad que todos los días despierta y yo, siempre un poco más tarde, descubro.
Mi amigo Chaya dice que nos están apilando en la ciudad, que uno arriba de otro y que no sirve, que el campo y la resitencia valen más y otras opiniones que dan cuenta que lo civilizado porteño dice, no vale la pena.
Y creo tiene razón en mucho, pero no puedo más que intentar hacerle comprender que buenosaires también es un póco más y que si uno saca todos los prejuicios de la rapidez de la metrópolis puede hasta buscarle lo poético.
Sé muy bien que la pobreza sacude todos los rincones del sur, que las ciduades fabrican miserias y que exsiten formas disímiles de vivir y que cruzando la General Paz se encuentra.
También sé que pensamos en vivir en muchos lados, lejos cerca, con 200 o 5000 habitantes, que pienso en mudarme al DF porque Mexico tiene ese no se qué, que trabajar en Tailandia o no sé dónde, te deja no sé cuántos dólares para venir acá y ser "dueño", en lugar de un "eterno hipotecado".
Pero en Paternal está la avenida que más me gusta y es J.B.Justo, será por eso de la localía o porque me pasan y pasaron muchas cosas en esa doble mano. La esquina que prefiero a cualquier esquina del mundo es la itersección de ésta con San Martín. Y conozco poca gente que lo entienda. Cosas de uno, que sé yo.
-Ring Ring.

-Hola, vení. Claro. Te espero.

Por eso será que me gusta más la noche de Buenos Aires que cualquier otra, será por el teléfono que suena, será porque la calle que me vio crecer es inolvidable, porque me gustan los techos desordenados, porque el edificio pegado a mi patio está tomado y me siento mejor así que con huespedes que pagan impuestos, por las luces que nunca funiconan como tienen, por los tacheros que escuchan la fucking radio diez, por las calles del norte que están muchísimo más iluminadas que las del sur, por San Telmo, por Palermo, por Paternal y por Flores, por Caballito, por Acoyte y Raivadia y que nadie cualgue un trapo, por Formosa que está en Buenos Aires, por Retiro que me saca y me devuelve a la ciudad, por el subte y los trenes, por la buena comida, por los 100 barrios y sus bares que todavía no son Fiamma y/o Aromi, por los míos y los tuyos, por ser tan nuestra, porque todavía no se puso a la venta.

Ya lo dijo Jorge Luis...
No nos une el amor, sino el espanto...tal vez...

Personalizando




















-Cuál es mi personalidad? Hay veces que me siento mejor siendo una con algunos y otras solo soy, yo?. Entonces, no entiendo, quién carajo soy?
-Todas.

Una entendida sobre el tema creo acertó aquella vez hace ya muchos años.
Después fue pasando el tiempo, y no hay tantos cuestionamientos sobre si manifestar sensaciones de una manera o de otra arman a mi persona, y soy radicalmente más dialéctica, soy una y otra a la vez, y más simple.
-Pero siempre salta la hilacha.

Los que se creen que tenían una estúpida vida en el depto iluminado con perro y TV 29 pulgadas, que esperan a su pareja mirando Canal 11, la mayor parte de las veces terminan dejando de pensar que son estúpidos para ver que estúpidos eran antes cuando pensaron en cambiar. O no. Mucha soberbia tienen estas letras.
Y uno va moldeando su vida todos los días, y los cambios no vienen de arriba ni solos ni rápidos, y uno los hace a pulmón con ayuda y con todo lo que tiene cerca.
Están los vendedores de ilusiones que piensan que con pasar del otro lado un rato la fiesta termina o terminó o la terminé?
Pero no imagino la monotonía y el ir del trabajo a la casa con el perro la tv 29 y el piso impecable. Aquellos vendedores de imaginación alguna vez pensaron que con ir a tocar el timbre a la casa de al lado, espiar un rato, admiarar cómo viven...llevarse la bolsa de dormir y vivir una rato en el 4to A en vez del B era ser otro.
Admiro a los que sin darme cuenta tengo al lado y eligen todos los días un poco su vida, es hora de admirar a los incomprendidos y a los conflictuados que me rodean ( y no por ser un inocmprendido o un conflictuado simplemente) porque son ellos los que no se imagianan una vida, sino que la hacen, los que vienen cruzando charcos, mal bien lento o rápido mojados o empapados, pero que no pintan un cuadro ni venden ilusiones ni imaginación ni realidades ficcionales. Hacen de su vida un kilombo, pero que se ve, se nota y jamás está a la venta.
Y lo más importante tienen muchas personalidades pero todas con tanta intensidad que emociona.