Cruces

Hace un año y días.
Voy a la terminal de Córdoba Capital y no logro conseguir pasaje que me traiga devuelta a Baires. Y tengo que ir a trabajar, mañana a las 9 firmo planilla. Y no llego, no hay caso ninguna ventanilla me tira un lugar.
-Te ofrezco que vayas hasta Capilla del Monte, que esperes unas dos horas allá, para tomarte uno que sale de allá a Retiro. Es lo único que tengo.
Acepto, si no me queda otra, de útlima son cuatro horas hasta Capilla, y allá son dos más, más 15 hasta Buenos Aires. Puf.
Me subo al micro, hace paradas en todos los malditos pueblos que quedan a aproximadamente a veinte kilometros de distancia, por camino de montaña, y mi cabeza me traiciona y no hago más que marearme, para colmo en lugar de estar más cerca, me alejo. Puta madre.
Llego a Capilla, me tomo algo en la terminal y cuando pasan las dos horas de espera, después de tres y media de insoportable bondi, subo a mi asiento y lloro.
Lo único que quería era estar con mi vieja, que me diera algo para el mareo, o bajarme en la primer parada y teletransportarme a mi casa. Pero no, lloro y me siento mal, me pongo triste, estoy sóla y estoy viajando el doble de horas para llegar a destino. Qué pelotuda. Qué viaje de mierda.
En el medio de las lágrimas, unos me dan mates y Ariel, un hippie con barba, changuito a cuestas, rastas y toda la vestimenta flower power comienza a hablarme, a relajarme, a ayudarme, a que no me sienta tan sola ni tan lejos, que ponga buena cara que todo va a estar bien, tomá mi abrigo si tenés frío, te charlo para que te olvides la tristeza, te charlo para que estás mejor, tas mejor?

Hace unos días.
Me siento en un hostel en Capilla del Monte a hacer lo que mejor hicimos, armando y fumando vemos llover, llueve mucho, que pena por nuestra carpa, mañana será un día mejor.
-Hola chicas, buenas, cómo andan?
Varios hippies que entran en la categoría (asi tal cual, como si fueran tipos ideales) se nos acercan, van y vienen, saludan. Y miro bien para un costado y encuentro a alguien con cara conocida, lo miro dos veces, lo vuelvoa mirar.
-Sos vos? te acordas de mí? Yo estaba en el colectivo hace un año, vos me salvaste...
-Uy si...vos sos la que estaba llorando?
-Sí, era yo...que loco...estas cosas están buenas que pasen.
-Si che...que bueno que estés mejor, tas mejor?

Y hace dos días cocinamos para Ariel y sus amigos, quisimos devolver el gesto che-
Por eso de que todo vuelve, todo gira, que hoy por vos mañana por mi, por ese dar y recibir, por la ley de reciprocidad, pa devolver el gesto nomas.